Así pues, cualquier bebé puede sufrir una neumonía, pero hay algunos niños que presentan más factores de riesgo. Como por ejemplo: la prematuridad, la malnutrición, la mala higiene, la exposición pasiva al humo del tabaco o tener alguna enfermedad de base que afecte a su sistema inmunológico.
Al tratarse de una enfermedad con una prevalencia muy alta entre bebés y niños, la OMS y UNICEF diseñaron el Plan de Acción Mundial para la Prevención y el Control de la Neumonía (GAPP) que tiene como objetivo acelerar el control de la neumonía combinando diversas intervenciones de protección, prevención y tratamiento de la enfermedad en los niños.
¿Qué síntomas presenta la neumonía en bebés y niños?
Los síntomas de la neumonía en niños dependen de la edad y del germen causante. Pero generalmente los principales síntomas de la neumonía bacteriana son:- Fiebres muy altas
- Tos persistente
- Respiración rápida y dificultad respiratoria
- Dolor abdominal
Sin embargo, cuando la neumonía es vírica, cursa con escasa fiebre, tos, ruidos de respiración y leve dificultad para respirar. A veces puede confundirse con un resfriado bronquial y es recomendable visitar al pediatra para que lo ausculte y solicite una radiografía de tórax si lo cree necesario.
El diagnóstico se realiza a partir del historial clínico y la exploración del bebé o niño. La auscultación sirve de base para pedir la radiografía de tórax que permitirá el diagnóstico definitivo.
¿Existe riesgo de contagio de la neumonía en niños?
Es muy infrecuente que se produzca un contagio de la neumonía de otra persona. Normalmente se desarrolla por gérmenes que habitan en nuestras vías respiratorias. Aunque no existen medidas específicas para prevenir la neumonía en niños, la administración de determinadas vacunas, como las que se aplican frente al neumococo y la Haemophilus Influenzae, pueden prevenir algunas neumonías.¿Cuál es el tratamiento de la neumonía en niños?
La neumonía en bebés y niños causada por bacterias puede tratarse con antibióticos. La mayoría de los casos de neumonía requieren antibióticos por vía oral. En el caso de la neumonía vírica sólo requiere medidas de soporte como el control de la temperatura con antitérmicos, mantener una buena hidratación, tratamiento sintomático de la tos y otros síntomas que pudieran aparecer.Se recomienda la hospitalización solamente en los casos muy especiales. Por ejemplo, si el bebé es menor de 3 meses o cuando los menores de 3 años presenten saturación de oxígeno inferior al 92% y dificultad para respirar y alimentarse.
En cuanto a los niños mayores de 3 años, la hospitalización será necesaria si existe una mala oxigenación o una frecuencia respiratoria superior a 50 respiraciones por minuto.
Cuidados después de la neumonía en bebés y niños
Generalmente una neumonía sin complicaciones y producida por los gérmenes habituales requiere de un tratamiento de unos 10 días. Si la enfermedad ha sido relativamente grave se aconseja realizar una radiografía de control total al cabo de unas seis semanas.Mientras esté convaleciente, el niño debe permanecer tranquilo, ofrecerle líquidos pero no obligarle a comer si no tiene hambre. Es muy importante mantenerle alejado del humo del tabaco y de la contaminación ambiental y evitar los cambios bruscos de temperatura, así como se debe extremar la higiene del niño y de los padres.
Una vez el niño ha completado el tratamiento y se ha recuperado puede volver a su vida normal y reincorporarse a la guardería o la escuela.
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